Actualmente, entre las últimas tendencias arquitectónicas, nos encontramos con el uso de la madera. Esto es algo implantado de la propia arquitectura sueca, donde priman este tipo de materiales debido a la búsqueda de un enfoque más natural.
Dentro de esta tendencia destacamos su uso en estructuras residenciales de gran altura, creadas las mismas con este material conocido cómo uno de los más naturales y sostenibles dentro del terreno.
La popularidad en el uso de este recurso se debe a que tiene un carácter renovable, lo que le añade un atractivo añadido al material, consiguiendo revolucionar todo el sector de la construcción.
La madera es mucho más ligera que otros materiales cómo el hormigón, lo que facilita su manipulación y transporte. También cuenta con una menor resistencia a la hora de ser serrada o perforada y, lo más importante, cuenta con una gran durabilidad debido a su envejecimiento paulatino que consigue que se mantenga más tiempo que otro tipo de materiales.
Otro factor a tener en cuenta a la hora de su elección es el gran poder aislante que la caracteriza, lo que la hace idónea a la hora de su utilización para viviendas (principalmente en ventanas, suelos y puertas) debido a que supone una reducción en la cantidad de energía empleada en la climatización del espacio.
Además, debemos destacar que, otra razón principal para escoger este tipo de material, es la imagen que ofrece a los espacios a través de sus distintas tonalidades y texturas que consiguen crear atmósferas agradables y acogedoras para las personas.